Aislamiento sísmico: Este sistema crea una interfaz flexible entre el terreno y la edificación mediante dispositivos que reducen drásticamente la transferencia de energía sísmica. El resultado: menos daños estructurales y mayor seguridad para los ocupantes.
Disipación de energía: Los disipadores transforman la energía sísmica en calor o deformaciones controladas, protegiendo la estructura. Tecnologías como las diagonales de pandeo restringido (BRB) ofrecen soluciones modernas y económicas, ideales para edificios más complejos.
¿Cómo los Aisladores y Disipadores Transforman la Protección Sísmica de las Edificaciones?
En un país como Perú, donde los terremotos son una amenaza constante, la implementación de sistemas de aislamiento sísmico y disipación de energía es una solución clave para proteger vidas y estructuras. Estos sistemas no solo minimizan el impacto de los sismos, sino que también garantizan que los edificios permanezcan funcionales tras un evento, reduciendo los costos de reparación y evitando interrupciones operativas significativas.
¿Cuándo y Dónde Implementar Estos Sistemas?
La decisión de usar aisladores o disipadores depende de factores como el tipo de suelo, la altura del edificio y la sismicidad de la zona. Por ejemplo, en terrenos blandos o edificaciones altas, los disipadores suelen ser más efectivos que los aisladores. La norma peruana E.031 solicita estudios geofísicos específicos para evaluar la interacción entre suelo y estructura, asegurando diseños optimizados.
Innovaciones en Protección Sísmica
Desde los aisladores elastoméricos con núcleo de plomo (LRB) creados en 1975 hasta las diagonales BRB, los avances tecnológicos han ampliado las posibilidades de proteger edificios de todo tipo. Nuevos materiales y métodos de fabricación han mejorado la durabilidad y la eficiencia, garantizando soluciones más adaptables y confiables.
¿Por Qué Apostar por Estos Sistemas?
En países como Japón y Chile, la adopción masiva de tecnologías de protección sísmica ha demostrado su efectividad. Perú tiene la oportunidad de seguir este camino, priorizando la seguridad y funcionalidad de sus edificaciones ante un futuro sísmico inevitable.
